Es común que a los niños no les guste leer, debido a que lo asocian con una tarea de la escuela, si bien son los maestros quienes los enseñan a leer, para crear este hábito se debe crear una rutina desde casa que favorezca la lectura.
Una manera muy común de crear el hábito de la lectura es implementando como parte de la rutina diaria la lectura antes de dormir. Esto puede enseñarse como un pasatiempo, incluso antes de que tus hijos aprendan a leer, los libros con dibujos los ayudan a interesarse más.
Los beneficios de tener el hábito de la lectura destacan el ser una forma de entretenimiento que impulsa la imaginación, amplia el vocabulario y permite que se aprendan diversas cosas sobre varios temas.
El aprendizaje a través de la lectura permite que se evite una mala ortografía y que se tengan habilidades comunicativas.
No es necesario que se destine una gran habitación, solo es necesario un espacio cómodo, acogedor y con buena iluminación para leer ayudará a tu hijo a relacionar la comodidad con la lectura.
Desde que tu hijo es bebé puedes tomarte un momento al día para leerle un cuento, además de que podrás relajarlo conforme crezca adquirirá tu hábito de dedicar unos minutos al día para leer.
Es mejor cuando los libros son de su gusto, ya que se motivan a continuar leyendo, a diferencia de obligarlos a leer cosas que no les interesan y que lo tomen como una actividad tediosa.
Al tomarte un momento para escucharlos hablar sobre los libros que leen tus hijos, los motivarás a que te compartan sus opiniones y se sientan confiados de compartir sus ideas.
Mínimo se debe leer un libro cada mes, pero es importante leer con calma de manera que se comprendan los argumentos de los personajes para entender mejor la historia.
El hábito de la lectura debe ser una experiencia agradable para los niños, es importante que no se relacione con un castigo para que no pierdan ese hábito mientras crecen y puedan mejorar sus condiciones sociales.