Desde pequeños una de las palabras que aprendemos a decir, aún sin comprenderla del todo, es “gracias”. Fomentar el valor de la gratitud durante la infancia es enseñarle a los niños a ser agradecidos con lo que tienen y esto evita que se conviertan en personas egoístas o caprichosas en un futuro.
Como parte de los modales indispensables que deben aprender los niños es saber cuando decir gracias. No solamente por recibir algo material, sino cuando alguien ha tenido un buen gesto con ellos. La gratitud en un sentimiento y actitud que va más allá de decir gracias.
A partir de los 2 años es el momento perfecto para que los niños comiencen a entender el concepto de la gratitud, hasta los 7 años podrán comprender que al agradecer no se debe esperar nada a cambio.
También es importante que aprendan a ser agradecidos con ellos mismos. Todas las acciones que hagan solos pueden ser reconocidas, como preparar su mochila o hacer los deberes del hogar.
Una forma en la que los niños aprenden a ser agradecidos es cuando crean conciencia de que todo lo que tienen, sus pertenencias no aparecen de la nada y debe aprender a valorarlo.
Al ayudar a los demás aprenderá a ser grato. Ensénale como ponerse en el lugar del otro para entender los esfuerzos que otra persona hace por él, para que comprenda como se siente y las razones por las que debe agradecer. Cuando aprende a compartir conoce que dar es recibir.
Educar con el ejemplo es la mejor manera en la que tus hijos podrán aprenderlo. Procura ser agradecimos con ellos y enseñarle las situaciones en las que debe decirlo a otros con la mejor actitud.
Como parte de nuestro modelo educativo, enseñamos a todos nuestros alumnos a vivir el valor del mes mediante diferentes actividades, como los cuentacuentos. También los incitamos a hacer siempre el bien y demostrar su agradecimiento con detalles o gestos.
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